Tequila – José Cuervo

A finales de septiembre del año pasado, estuve por Guadalajara en México, y por supuesto luego de visitar Tlaquepaque con sus maravillosas artesanías y calles encantadoras, Tonalá, tan tradicional, y el centro histórico con el Hospicio Cabañas, el Teatro Degollado, la Catedral, el Palacio de Gobierno, el Palacio Municipal, la Rotonda de los Hombres Ilustres, y la Cruz de Plazas, aproveché la oportunidad para darme una vuelta por el pueblo de Tequila, era imposible no visitarlo.

La mejor forma de visitar el pueblo es con el Tequila Express (un tren turístico que sale de Guadalajara y recorre una hora aproximadamente hasta el pueblo de Tequila con entretenimiento y mucho del famoso destilado de agave azul en el camino), pero en esta ocasión no contaba con el tiempo suficiente (este programa requiere de todo un día, sale por la mañana y regresa de noche), así que tuve que ingeniármelas para ir por otro medio alternativo.

Tequila, es un pueblo colorido y tradicional, muy bonito realmente. Ya en el sitio, decidí visitar las instalaciones de José Cuervo, el productor de Tequila más antiguo de México, con más de 200 años en el negocio.

Debo reconocer que quedé gratamente impresionado con el nivel de marketing que ha alcanzado el Tequila como destilado, y sobre todo las instalaciones de Casa Cuervo, lo que ha hecho es espectacular!

La visita es en la Hacienda La Rojeña, donde se inició la actividad de José Cuervo a finales del siglo XVIII, y por lo tanto están los campos sembrados con agave azul, la casa hacienda y la fábrica donde se produce el Tequila. El sitio es impresionante, con un delicado cuidado en los detalles y extraordinariamente muy bien conservado. La decoración mantiene el concepto de esa época en forma muy elegante y atractiva. La tienda de souvenirs es un peligro para un comprador compulsivo.

El recorrido incluye pasear por algunas zonas de la casa hacienda, y por supuesto por todo el proceso de producción, desde ver los campos sembrados de agave azul (Agave tequilana), cómo se cosechan (o mejor dicho cómo se extraen de la tierra), la técnica para separar las pencas de las piñas de la planta, en un proceso conocido como la jima (realizado con herramientas especiales), luego estas piñas son llevadas a unos hornos de cocción, y una vez que salen pasan por unas prensas para extraer el jugo que será fermentado. El proceso de fermentación consiste en la transformación de los azúcares contenidos en el jugo en alcohol, el cual a su vez se destila, en este caso en alambiques de cobre, es decir mediante un proceso discontinuo. Este proceso de destilación se realiza en 2 etapas, una primera destilación que da como resultado un producto llamado ordinario, que es rectificado (destilado) por segunda vez, obteniendo el Tequila. Una vez obtenido el Tequila, para el caso de los reposados y añejados,  es necesario el proceso de guarda en bodega que consiste en colocarlo en barricas de roble para su añejamiento. De acuerdo a su clasificación, pasará o no por barrica, y además esto regulará el tiempo de reposo. La clasificación es: blanco (sin paso por barrica), joven (mezcla de blanco con reposado, añejo o extra añejo), reposado (en barrica por lo menos 2 meses), añejo (en barrica por lo menos 1 año) y extra añejo (en barrica por lo menos 3 años). Adicionalmente el Tequila puede ser: “100% Agave” o Tequila (simplemente), el primero significa que la destilación proviene exclusivamente de Agave tequilana Weber variedad azul, y el segundo permite hasta un 49% de azúcares de otro tipo como el de caña y el de maíz.

La parte final de esta aventura, fue una visita a la cava privada de la familia (subterránea), donde bebimos algunas joyas de la casa, dentro de ellas un Tequila especial extra añejo, realmente una experiencia única. Luego de ello, pasé a una sala de cata donde tuve la oportunidad de poner en práctica mis atributos de catador, 3 copas: blanco, añejo y extra añejo. Un inmejorable momento para entender las diferencias entre cada uno de ellos, sus aportes, sus aromas, sus sabores, y su personalidad, sin duda, una faena completa!

Luego de esta experiencia, mi concepto del Tequila cambió, impresionado por el sitio, la explicación, la historia, en general un marketing extraordinario. Aprendí a entender este destilado y todo lo que está detrás de él, sin embargo, mi Pisco querido sigue siendo por largo el mejor!

Como recomendación si tienen la oportunidad de estar por México, específicamente en Jalisco, no pueden dejar de visitar el pueblo de Tequila, y por supuesto caer por la casa de José Cuervo, realmente para recomendar!

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